Miles de personas con flores y velas se congregaron el viernes en la ciudad cubana de Matanzas para la ceremonia fúnebre de 14 bomberos muertos en el incendio de un área de almacenamiento de crudo a comienzo de mes.
Las honras se realizaron con los restos óseos que pudieron ser retirados tras la extinción del incendio.
Las llamas fueron incontenibles en la Base de Supertanqueros de Matanzas, a 100 kilómetros de La Habana, y recién pudieron ser sofocadas una semana después del inicio del fuego. Unas 132 personas resultaron heridas y dos murieron además de los 14 bomberos reportados inicialmente como desaparecidos.
A la ceremonia en el Museo de Bomberos de Matanzas llegaron miles que desfilaron de uno en uno delante de 14 osarios mientras uniformados les rendían guardia. En el lugar había arreglos florales enviados por el presidente Miguel Díaz-Canel y el exmandatario Raúl Castro.
El miércoles el doctor Jorge González, el médico forense a cargo de la búsqueda de los restos tras la extinción del fuego, indicó que se encontraron 14 grupos de restos óseos pero que fue imposible identificar a quiénes pertenecían debido al calor que recibieron, superior a los 1.000 grados centígrados.
Por ello se decidió un homenaje colectivo y la televisión nacional interrumpió su programación para transmitir momentos de la ceremonia.
Las autoridades difundieron la víspera el listado con los nombres, las fotografías y lugar de residencia de los fallecidos.
No hay un estimado oficial de las pérdidas materiales causadas por el siniestro, pero la base es una infraestructura vital para el sistema energético nacional, que enfrenta una dura crisis con reiterados apagones, pues allí se concentra parte del crudo que usan las termoeléctricas para generar electricidad.
Según las autoridades el incendio fue ocasionado por la caída de un rayo en un tanque el 5 de agosto y se extendió a otros tres, que ardieron durante una semana.