Kevin Butler había llevado la basura a un centro de procesamiento en Windham el miércoles pasado. Inadvertidamente, había arrojado la servilleta dentro de una bolsa blanca para basura, sin darse cuenta de que su esposa había limpiado las sortijas y las había envuelto en una servilleta para secarlas.
Butler regresó al lugar varias horas después y solicitó ayuda para encontrar las sortijas en medio de las pilas de basura.
“Dijo: ‘Estoy casi seguro de que tiré los anillos'”, contó Dennis Senibaldi, supervisor del centro de procesamiento.
Senibaldi y su equipo revisaron los videos de las cámaras de seguridad para ver a qué hora se presentó Butler y a qué estación de transferencia tiró la basura. Usaron una excavadora para comenzar a sacar la basura del contenedor.
Luego de cinco o seis paleadas, vieron una bolsa blanca con una pista reveladora.
“Una de las cosas que dijo que había (dentro de la bolsa) eran tallos de apio, y pude ver un tallo de apio que salía por un costado de la bolsa”, recordó Senibaldi.
Comenzaron a inspeccionar la bolsa, pero no había señales de las sortijas.
Pero hasta el fondo, debajo de algunas cáscaras de zanahoria y camote, estaba una servilleta. “Desenvolví la servilleta y ahí estaban dos anillos”, dijo Senibaldi.
Butler saltó y abrazó a Senibaldi.
“No les recomiendo hacer eso”, dijo Butler a la cadena WMUR-TV, refiriéndose a hurgar entre la basura, “pero lo habría hecho otras mil veces para recuperar los anillos”.
