Los resultados preliminares de la investigación abierta sobre el colapso de las dos presas de Derna, en Libia, revelan la aparición de las primeras fisuras en 1999 y la falta de mantenimiento pese a las recomendaciones de una auditoría extranjera consultada en 2002, lo que podría haber limitado drásticamente el número de víctimas que superan ya las 11 mil 300.
La empresa turca contratada para dicho estudio habría propuesto realizar un mantenimiento en ambas presas y construir una tercera para reducir la presión para lo que inició en 2010 los trabajos –a pesar del retraso en los pagos– aunque fueron suspendidos un año más tarde tras el levantamiento popular respaldado por la OTAN que derrocó a Muammar Gaddafi.
Media Luna Roja lanzó hoy un número verde para denunciar la desaparición de personas y pidió a los familiares que se presenten en una de sus sedes para registrar la información con el fin de llevar a cabo una base de datos unificada.
La Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (DTM por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) considera que cerca de 113 mil personas migrantes se encuentran en esta región, de ellas 8 mil 600 en Derna, la mayoría procedentes de Egipto, Sudán y Chad, por lo que se espera que las diversas embajadas confirmen la muerte o desaparición de sus nacionales.
El director del Centro para el Control de Enfermedades, Haider Al Sayeh, aseguró que la situación epidemiológica es “estable” y no alcanza el nivel de peligro gracias a las campañas de sensibilización ciudadanas.
Para ello las autoridades comenzarán el próximo domingo una campaña de vacunación de 50 mil dosis contra el cólera en menores en Denra y municipios aledaños. El organismo de saneamiento ambiental instó a sanear la ciudad a través de pesticidas, el cierre de pozos y de sistemas de alcantarillado en las zonas afectadas.
El pasado domingo las lluvias torrenciales provocadas por el ciclón Daniel arrasaron el noreste del territorio libio, especialmente en la localidad costera de Derna, donde provocaron el colapso de dos presas, vertiendo 33 millones de litros de agua durante la madrugada y arrastrando zonas residenciales enteras, puentes y carreteras hasta el mar.
La división política complica todavía más las tareas de rescate y reconstrucción en este país de siete millones de habitantes, inmerso en más de una década de conflicto. Dos autoridades enfrentadas se dividen el poder: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU), radicado en Trípoli (oeste) y reconocido por la comunidad internacional, de Abdulhamid Dbeiba; y el Gobierno de Bengasi, elegido por el Parlamento y bajo control de Haftar, dirigido por Osama Hammad.