Las adaptaciones de videojuegos al cine o la televisión se ha vuelto una constante en la industria del entretenimiento. Ahora, entre bombo y platillos, llega Cuphead: The Show para Netflix, una serie animada que se desprende del popular juego indie Cuphead, el cual terminó por ser un auténtico fenómeno en el mundo de los videojuegos.
¿De qué trata Cuphead? Cuphead cuenta la historia del protagonista homónimo a la serie y Mugman, su hermano, un par de habitantes de la Isla Inkwell. La historia es sencilla y corta, y se presenta básicamente al principio del juego: ambos vivían tranquilos pero no escucharon a su cuidador, el Anciano Tetera, y fueron al casino del Diablo. Comenzaron a jugar en él y se llenaron los bolsillos de una gran racha ganadora, pero todo era una trampa para que el Diablo los terminara por retar a apostar su alma en un juego de dados, el cual perdieron. Sin embargo, llegaron a un acuerdo con él, y acordaron recolectar las almas de sus deudores a cambio de anular el trato, a lo cual accedieron.
Es así como Cuphead y Mugman emprenden un viaje para derrotar a una serie de locos villanos inspirados en animaciones ‘clásicas’, como un par de ranas luchadoras de box que se convierten en un ventilador, una pelota que bota por todos lados, además de personajes como Cagney Carnation (un girasol) e Hilda Berg (una humano-zepelin que emula a Betty Boop), éstas últimas dos que se han vuelto memes y quizás no sabías de dónde venían.
Finalmente, Cuphead y Mugman logran recuperar las almas de complicados y tediosos jefes; sin embargo, no te queremos spoilear de más para que veas la serie sin saber exactamente qué podría pasar en la serie. Pero te imaginarás que no sale tan bien como supondríamos.