El odontólogo Amaury de Jesús Pozos Guillén cobra más de 200 mil pesos como Encargado del despacho de la Coordinación Académica en Arte y Secretario de Investigación y Posgrado
A pesar de las altas expectativas que el doctor Alejandro Zermeño provocó durante su candidatura para convertirse en rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, todo ha quedado en una enorme decepción.
La Máxima Casa de Estudios potosina pasó de ser la segunda mejor del país al puesto 19 según el ranking nacional; además de no erradicar el acoso de profesores a las alumnas, los premia y protege; y convirtió la nómina en una agencia de empleo para sus amigos, compadres, queridas y protegidas, aunque sean personas completamente ineptas y sin ninguna aptitud para ocupar los cargos.
El caso más escandaloso es el del odontólogo Amaury de Jesús Pozos Guillén, quien a pesar de su formación en asuntos bucales, cobra más de 200 mil pesos mensuales como Secretario de Investigación y Posgrado y, por increíble que parezca, Encargado del despacho de la Coordinación Académica en Arte, aunque de arte ha demostrado no saber absolutamente nada.
Amaury de Jesús se ha convertido en uno de los personajes favoritos del doctor Zermeño, a través del departamento de Comunicación Social le han dado cobertura total a su quehacer al interior de la Universidad convirtiéndolo en el plan B del rector si no consigue la reelección, lo que cada vez parece más imposible.
Como Secretario de Investigación y Posgrado la Universidad paga a Amaury de Jesús Pozos Guillén 118 mil 331 pesos con 64 centavos, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador promulgó una ley en que prohibe que ningún servidor público gane más que el presidente. Pero además cobra una cifra similar por ser Encargado del despacho de la Coordinación Académica en Arte en la Facultad del Hábitat.
Desde el principio de su administración al frente de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el doctor Alejandro Zermeño optó por rodearse de compromisos políticos propios y ajenos, lo que le ha costado caro ya que la gran mayoría de “su gente” ha demostrado ser ineptos y faltos del conocimiento para los cargos en los que se les ha colocado.
