El gobierno de Estados Unidos, a través de su portavoz de la Casa Blanca, calificó hoy de “horrible y descorazonadora” la tragedia en la que al menos 50 migrantes, 22 de ellos mexicanos, fueron encontrados muertos dentro y en los alrededores de un camión abandonado al borde de una carretera en San Antonio, Texas. La situación del hallazgo fue ayer, cinco años después de un incidente mortal con características similares en la misma ciudad del centro de Texas, a 250 kilómetros de la frontera con México.
“Estamos siguiendo de cerca” la información “absolutamente horrible y descorazonadora” de San Antonio, indicó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a bordo del Air Force One, cuando se dirigía a la cumbre de la OTAN en Madrid. Agregó que “nuestros rezos van dirigidos a quienes trágicamente perdieron la vida, a sus seres queridos y a quienes todavía tratan de sobrevivir. Estamos además agradecidos por la rápida respuesta de las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales”.
Los cruces de la frontera han costado miles de vidas en décadas recientes a medida que la gente busca un futuro mejor en el norte. En 2017, 10 migrantes murieron atrapados en un camión estacionado en un Walmart en San Antonio. El 2003, se hallaron los cuerpos de 19 migrantes en un camión abandonado al sureste de San Antonio en medio de un calor intenso.
“Les insto a todos a pensar de manera compasiva y a rezar por los muertos, los heridos y las familias”, pidió el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en rueda de prensa. Unos 60 bomberos fueron desplegados para encargarse de los cuerpos de las víctimas, confirmó su jefe Charles Hood, quien agregó que los rescatistas recibirán apoyo psicológico tras la asistencia.