El gobierno del Estado no debe endeudarse porque en el presente sexenio ha tenido millonarios ingresos adicionales, pero ha malgastado los recursos en burocracia y viáticos. Además, le ha incumplido a los potosinos con obras como la presa la Maroma, la planta tratadora El Morro, el Metrobús y el parque Tangamanga 3.
De su pésima administración y de su opacidad ha dado cuenta el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien reveló que, en 2018, Juan Manuel Carreras López tuvo a su disposición 7 mil millones de pesos producto de ingresos adicionales no reportados en el presupuesto de ingresos del año 2017.
En vez de invertirlos en seguridad o en pagar la totalidad de la deuda pública, que era de 7 mil millones de pesos, una parte la invirtió en infraestructura educativa pero otra parte la despilfarró en contratar más burócratas, en eventos especiales y viáticos.
Además, de acuerdo a una consultoría privada de los años 2015-2018 a la secretaría de Finanzas, ordenada por el entonces titular José Luis Ugalde Montes, reveló el fortalecimiento de las finanzas públicas hasta un 15 por ciento, sin contar precisamente los ingresos adicionales de cada año, y ahora resulta que el gobierno está “limitado” y requiere un préstamo para luchar contra el Covid-19.
De 2015 a 2018, la recaudación del impuesto sobre la nómina creció 52.5 por ciento, equivalentes a mil 592 millones de pesos; el cobro por derechos vehiculares aumentó 50.8 por ciento, equivalentes a más de 500 millones de pesos. Si se lo propone y aplica un plan de descuentos, el gobierno estatal podría obtener casi la mitad de los 700 millones que supuestamente necesita.
Otra de las razones por las que no debería autorizársele al gobierno este empréstito es porque en años anteriores, sin pandemia de por medio y con bonanza financiera, no se realizó obra pública suficiente que beneficie a los potosinos y la que inició el gobierno ni siquiera la ha terminado.
(Ultima Hora)
