La Fiscalía de Ciudad de México investiga la muerte de dos personas que fueron arrolladas el miércoles por la tarde por el metro de la línea 2 en la estación Hidalgo, en el centro de la capital. La dependencia ha abierto una carpeta de investigación por homicidio culposo por tránsito de vehículos. Las víctimas son una mujer de 19 años, Celia Adriano Rodríguez, y un hombre, del que no ha trascendido el nombre ni la edad. Las primeras indagatorias apuntan a que el sujeto empujó a la joven a las vías justo antes de que pasara el tren y después se lanzó él también. Rodríguez iba acompañada de su pareja, Luis S., quien se ha convertido en un testigo clave del crimen.
Pasadas las cuatro de la tarde, en el andén de la línea 2 del metro, con dirección a Cuatro Caminos, reinaba la confusión. Dos personas acababan de fallecer al ser arrolladas por la velocidad del convoy. En un primer momento, se difundió desde algunas cuentas de redes sociales que los fallecidos eran una pareja que había caído a las vías. Sin embargo, la hipótesis del accidente ha perdido fuerza conforme entraban a investigar las autoridades.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, ha confirmado en una conferencia de prensa este jueves en la mañana, tras contrastar videos de cámaras de videovigilancia y testimonios de testigos, que la muerte de ambas personas se trató de un homicidio y un suicidio. “Hasta este momento, la información que tenemos se deriva, uno, de los videos que se analizaron; dos, de los testimonios. De acuerdo con los videos, en efecto, parece que llega una persona y justo cuando el tren se está acercando avienta a la chica y luego se avienta esta persona también al metro”, ha detallado Batres.
Las declaraciones difundidas de algunos testigos apuntan a que la pareja de jóvenes estaba esperando el metro cuando se percataron de que había un hombre mirándolos. Justo antes de que llegara el convoy, el sujeto desconocido empujó a Rodríguez. Un testigo, identificado como Carlos Enrique, explicó a TV Azteca: “Vi cómo llegó ese hombre, la aventó y al aventarla él mismo se impulsó. Se aventó a las vías él solo. En ese momento vi cómo pasó el metro y destrozó a la señorita”.