La secretaría de salud, a cargo de Mónica Rangel Martínez, opera bajo una red de complicidades que permitieron el desvío de más de 170 millones de pesos hacia empresas de Gabriel Salazar Soto, la participación de empresas fantasma en sus licitaciones, robo de identidad de supuestos accionistas y hasta pólizas de fianzas falsificadas.
Así lo denunció la organización civil Ciudadanos Observando, que esta mañana detalló que la red de corrupción en la secretaria de Salud comenzó justo al inicio de la administración de Juan Manuel Carreras López, con la creación de diversas empresas por parte del defraudador Gabriel Salazar Soto que participaban sin competencia alguna en las licitaciones para la contratación de servicios y adquisición de insumos y que recibieron 170 millones de pesos.
El vocero de dicha asociación, Lupillo González, afirmó que Gabriel Salazar Soto y Mónica Rangel Martínez actuaron en complicidad para cobrar millones de pesos desde que inició la administración carrerista y que, a pesar de que en su momento se le advirtió al gobernador Juan Manuel Carreras de estas irregularidades, el mandatario no actuó y no ha actuado en consecuencia.
Hoy, Gabriel Salazar Soto llevó su corporativo a la quiebra, defraudando no sólo a 800 inversionistas que pusieron sus ahorros en una de sus empresas, sino a todos los potosinos a quienes arrebató 170 millones de pesos que pudieron invertirse en hospitales, equipamiento, medicamento para pacientes oncológicos y respiradores para enfrentar la pandemia.
Lupillo González explicó que, al solicitar información a la secretaria de salud, se detectó que Salazar Soto creó empresas fantasma que competían de manera amañada en las licitaciones y beneficiar sus empresas legalmente constituidas, usando prestanombres o robándose la identidad de algunos trabajadores de sus empresas para no aparecer como propietario en éstas.
Ciudadanos Observando también denunció que las pólizas de fianza entregadas por Gabriel Salazar Soto a la secretaría de Salud para el cumplimiento de los contratos que obtuvo eran falsas, y que esto sólo pudo autorizarlo los altos mandos de la secretaría de salud, léase Mónica Rangel Martínez.
(ULTIMA HORA)