Durante la tarde del domingo en China, 19 personas se encontraban al interior de un gimnasio ubicado en la provincia de Heilongjiang cuando la estructura del techo se desplomó y les cayó encima. Solo hubo ocho sobrevivientes. La mayorías de las víctimas pertenecían a un equipo de voleibol femenil.
El centro deportivo, donde practicaban las jugadoras de voleibol frecuentemente, formaba parte de la Escuela Intermedia número 34 en la ciudad de Qiqihar y tenía una extensión aproximada de mil 200 metros cuadrados. En un primer momento, 15 personas quedaron atrapadas entre los escombros y otras cuatro pudieron salir. Horas después, cuatro personas más fueron rescatadas.
La policía detuvo como posibles responsables a los dueños de una compañía constructora; lo anterior, ya que en edificio adyacente habrían derramado perlita, provocando el accidente. El mineral había absorbido agua de las lluvia durante el día, por lo que el peso acumulado en la superficie generó el desplome.
El entrenador de las niñas se encontraba entre los sobrevivientes y, de acuerdo a la Radio Nacional de China, gritaba desesperado entre los escombros el nombre de cada una de las integrantes del equipo de voleibol.
Los padres de familia han sido muy críticos con las labores de rescate por parte del gobierno. “Me dijeron que mi hija estaba muerta, pero no nos dejan ver el cuerpo. Todos los niños y niñas tenían sus caras cubiertas con lodo y sangre cuando los mandaron al hospital. Yo les suplicaba que me dejaran identificar a mi hija. ¿Qué tal que no era ella? Los doctores y las autoridades no nos comunican nada”, dijo uno de los papás.
A pesar de los reclamos de las familias involucradas, las labores de rescate se declararon oficialmente terminadas por parte del gobierno de China.