La secretaria de Cultura de Ciudad de México, Claudia Curiel de Icaza, llegó al cargo de la Administración capitalina en febrero de 2022. Solo unos meses después, en agosto, las 10.000 butacas del Auditorio Nacional se llenaban para ver la actuación de la cantante española Rosalía. “Buscamos la manera de ver si después del paso de su gira por el Auditorio podía hacer una fecha en el Zócalo; pero, la verdad, no lo logramos”, confiesa. Un año después, y junto a la jefa del Ejecutivo capitalino, Claudia Sheinbaum, la secretaria anunció la fecha del aterrizaje de Rosalía a la mítica plaza de Ciudad de México: el próximo 28 de abril. Curiel de Icaza aborda con EL PAÍS cómo se ha forjado esta contratación, la polémica surgida en redes por el presupuesto utilizado y la perspectiva de la dependencia capitalina ante el espectáculo.
“Los artistas internacionales de la talla de Rosalía tienen muchísimos compromisos. Lograr la coyuntura para confirmar una fecha depende mucho del trabajo con su representante”, afirma sentada en un sillón del Museo de Ciudad de México. Curiel de Icaza (Ciudad de México, 43 años) es una política desenfadada, una outsider con experiencia en la organización de eventos. Insistió en traer a la artista desde el año pasado. El proyecto se ha ido cocinando a fuego lento con el equipo de la Secretaría y a través del contacto con la agencia de la artista y la dirección de grandes festivales. Su paso por el festival Ceremonia —celebrado en la capital a inicios de abril— y la relativa cercanía de su paso por el evento estadounidense Coachella —el pasado fin de semana y este—, han permitido a la dependencia cuadrar una fecha ideal.
El concierto de la cantante en el Zócalo forma parte de una política de “acceso a la cultura” y “reactivación”. El Ejecutivo capitalino trata de hacer llegar la música a distintos puntos de la demarcación y con diversas presentaciones: desde eventos más masivos, como el de Grupo Firme —que atrajo a más de 280.000 personas, según el Gobierno capitalino—; hasta el Festival Noche Primavera, que se desplegó por toda la demarcación. “[Entre los festivales de primavera y el de Tiempo de Mujeres, celebrado en marzo] hicimos 214 actividades gratuitas en espacios públicos, en más de 100 sedes. Es parte de un trabajo en el espacio público. A lo largo de la noche de primavera recibimos alrededor de 200.000 personas”, destaca.